viernes, 28 de octubre de 2011

¿Existe un imperio, o ese es un término del viejazo?

POR JIMMI MARÍA PERALTA
JIMMIELESTUDIO@GMAIL.COM

FUENTE: DIARIO LA NACIÓN
  
“Alerta... alerta... alerta que camina, el antiimperialismo por América Latina”. Tan solo de pensar en este cántico me transporto a algunas calles de Asunción, ya se me acelera el pulso y siento que ese sonido rebota emocionado y juvenil de las antiguas paredes de la ciudad, para finalmente tomar como nuevo destino a mi rostro.

Recuerdo que las primeras veces que lo entonaba, hace como 8 años atrás, lo hacía medio tímido, un poco inseguro de mostrar un fanatismo, bueno, la actitud propia de los inseguros.

Por otra parte, me cuestionaba, paradójicamente con bandera en mano y las venas de cuello hirviendo, si tenía sentido o no cantarle al “antiimperialismo”.

Aunque creo que todo proceso universitario debe ambientarse en los '60: revoltoso, “pelilargo”, rockero, humano, amante, sexual y no mercantil, puedo decir que, después de “pasear” por calles de Asunción en caminatas cuasi subversivas, importante esta pregunta ¿hablar de antiimperialismo es retroceder 50 años en la historia? ¿es estar en los '60? ¿es utilizar una categoría de análisis que se ha vuelto anacrónica para el mundo actual?

Y tengo claro que aquel que tire la primera respuesta utilizará la palabra “cantinela”, digo, ya que ese término es toda una institución.

He aquí la cuestión actual. ¿Se puede hablar hoy del Imperio, o es eso algo del pasado?

Ilustraré un clásico proceso que solemos escuchar o ver: el periodista le pregunta a Juan (campesino en plena manifestación) cuáles son sus reivindicaciones. Juan empieza explicando el problema de la oligarquía, y el periodista responde con “jeee”, y al introducirse el tema del imperialismo Juan no es interrumpido, pero en el primer silencio el colega de prensa cierra la nota. Y punto final.

Vuelve la pregunta ¿Se puede hablar hoy del Imperio, o es eso algo del pasado? En principio creo que ya no es necesario hoy, solo hoy, dudar de eso. El imperio existe y es político, económico, cultural y militar. Desde mi lectura particular creo que fundamentalmente económico, y al resto el imperio lo alquila o compra, fundamentalmente a políticos y militares.

Bueno, la cuestión es preguntarse si por qué gran parte de la sociedad se niega a plantear el tema de la opresión del imperio. ¿Será una cuestión de autoestima? ¿Será que creemos que individualmente podemos “superar” su influencia? ¿será que ya pasó de moda ser antiimperialista y es tiempo de otros términos más acordes y con sonidos raros, como “outsider”, por ejemplo?

¿Callar es validar, asumir la condición de sometimiento, es tener vergüenza, o qué?

La otra noche escuché una explicación que intentaba tranquilizar a los revoltosos, y desde el análisis de la historia decía: “siempre que reinó un imperio, cayó”. El planteamiento se da desde una postura que por un lado asume como “comprensible” el sometimiento de un poder sobre un pueblo, y por el otro confiesa su actitud pasiva, actitud de un destinado al sometimiento perpetuo.

A puertas de la Cumbre Iberoamericana solo pregunto, una vez más ¿Qué sentido democrático real tienen estas instituciones multilaterales, las cuales muchas veces sirven solo para legitimar proceso globalizantes, homogeneizantes del mundo entero? ¿Hasta qué punto estas instituciones pueden hacerle frente a un imperio?

miércoles, 19 de octubre de 2011

Mejor abrirse al debate, que proponer crucifixiones y hogueras...

Odio tener que explicarme ante gente que no tolera que otro piense diferente, gente ciega de fanatismo, que intenta plantearte un debate y te dice cosas como:


Te vamos a crucificar

Te vamos a quemar despacito

Salí del termo

Comprate pañales porque te vamos a crear problemas en tu trabajo

sabés que… andate a la mierda


VAMOS POR PARTE

¿Será este el fin del rock nacional?

(título entre signo de interrogación, es una pregunta, no es una afirmación… alguna duda?)


Alberto Rodas me decía meses atrás que el rock no es solo remeras negras y gritos, “el rock es pensar, es reflexionar”. En ese mismo tren de análisis recuerdo otra frase: “el mercado se lo devora todo”, me lo decían mientras me explicaban que ahora los punkers compran su rebeldía y resistencia cultural en un supermercado.

(frases introductorias y de contexto)

En medio de una de las tantas crisis del rock paraguayo, o al menos eso es lo que yo veo, Axl junto a sus paquitos y Aerosmith arriban a Paraguay en menos de 15 días, causando una fiebre en la masa rockera, y en respuesta me surge una vieja inquietud: ¿será este el momento de la muerte de rock nacional? Y después de 50.000 personas en el Jockey el sábado, me lo vuelvo a cuestionar.

(se afirma que rock nacional está en crisis, y se lo plantea como opinión personal. Se excluye a los conciertos internacionales del debate, pues no hay punto de comparación con el rock nacional, pues son dos cosas distintas)

Hace años que el rock paraguayo no traspasa la barrera impuesta por los medios de comunicación, y aunque el nuevo mundo digital sea una herramienta para las producciones independientes, la música hecha acá con guitarra eléctrica descansa lejos de la mayoría de las radios, de la TV, y fuera de los grandes escenarios, salvo excepciones.

(se plantea que hay “una barrera impuesta por los medios” para con el rock nacional. Es decir, se critica a los medios, y no a los MÚSICOS)

Salir a escuchar música en vivo en Asunción, es salir a escuchar covers de grupos anglo, es ir a infinitos tributos, y la cuestión ya se vuelve una parodia.

(se habla del auge de las bandas de covers)

Cómo es posible que la música rock paraguaya sobreviva a tanta censura, puesto que el nivel y el profesionalismo de los músicos de acá no creo que estén en discusión, la explicación es la censura, y claro, el público, que odia lo nuevo.

(se rescata “el nivel y el profesionalismo de los músicos de acá”, y se plantea nuevamente como problema la CENSURA DE LOS MEDIOS, y se pone presente que el PÚBLICO local es reacio a nuevas propuestas, y que prefiere escuchar temas conocidos, nada de cosas nuevas)

“El mundo se va a acabar, y Paraguay no va a tener nunca una industria discográfica”, me decía Mike Cardozo, con otra frase que también resuena en la mente.

Se cita a Mike. Referente válido de la música paraguaya.

Si el rock es creación y rebeldía, en Paraguay el rock está muriendo, o podríamos preguntarnos cuál es el valor universal que tiene una imitación de un cuadro de Botero… o el calco de un manuscrito Emiliano R. Fernández.

Se cuestiona el valor “artístico universal” de los covers. Se conceptualiza al rock como creación, no como copia. Aquí se plantea una posición particular: la rentabilidad hace que existan más bandas de covers. Mucha gente que vive 100% de la música solo encuentra futuro en copiar, y no en componer.

Los grupos de rock de acá que ofrecen sus creaciones se están extinguiendo, pues no quieren contar la historia de su pueblo para nadie, la dinámica de creación se está congelando.

Se afirma que, si no hay alguien que quiera escuchar y pague por escuchar, el proceso creativo se congela. Aquí se vuelve a cuestionar al PÚBLICO. 

Casi 100.000 personas en dos conciertos internacionales no cambiarán la historia. Solo los grupos rockeros de clase media son los que pueden sostenerse un poco en el tiempo, mientras la masa de consumo paga enfermizos precios para escuchar covers.

Se dice que la gente paga más por escuchar covers, que por escuchar música compuesta acá. Crítica nuevamente al PÚBLICO, que forma sus gustos a través de los MEDIOS que todo el día pasan música retro.

Estoy lejos del patrioterismo de la distorsión o el overdrive, más bien la cuestión es abrir los ojos ante un proceso que marca la muerte, en Paraguay, de una manifestación artística global en el mundo contemporánea.

Se presupone, desde una visión particular y teniendo como base lo expuesto en el párrafo anterior, que mientras más bandas de covers hayan, habrán menos composiciones, y por lo tanto menos rock nacional.

Mientras en los '70 América Latina descubrió que podría cantar sus historias en castellano, en Paraguay muchas bandas siguen componiendo en inglés, o peor, especializándose en contar las historias contadas por otros.

AQUÍ está la única crítica a los músicos, crítica a los que componen en otro idioma.

Tantas frases conforman una nueva idea: Si “el rock es pensar, es reflexionar”, y la masa solo obedece al “mercado que se lo devora todo”, al rock paraguayo solo le queda despedirse, ya que para él “el mundo se va a acabar”. Espero estar muy equivocado.


Se plante un juego de palabras y frases en una oración CONDICIONANTE que empieza con “SI…”, o sea, no hay afirmación. ¿Cuál es la condición? La condición es que “si las masas solo obedecen al mercado…”.


ESPERO QUE HAYAN ENTENDIDO EL TEXTO
Y si al alguien el interesa debatir sobre: qué se puede hacer para que las creaciones tengan más lugar en el desarrollo musical paraguayo, estamos dispuestos al debate.

Favor, debate sin insultos.
Está de sobra explicar que no se niega el trabajo de los grupos como FLOU, SALAMANDRA, PAIKO, GAIA, BOHEMIA, TRIBU SÓNICA, PATRIARCA… y todas las bandas de barrio… Pero como algunos fanáticos no entendieron que el texto no era en contra de ellos, entonces tengo que aclarar.