jueves, 8 de diciembre de 2011

La luna y vos


va OTRA, pensando vos... 

De la Galaxia Tierra se destiñe el verde,
y de mis bolsillos caen sacos de arena.
Corro hacia esa luna a veces marfil como vos,
pero no encuentro las llaves de estos grilletes de plástico metal.

La luna es tan acogedora como tu cama
tan inmensa como el sudor de carnaval sobre tu piel,
La luna esta demasiado libre,
demasiado mujer,
aunque menos profana que mi pulso freudiano
a punto de invadir tu boca
con mi alma como punta de lanza saliendo de mis labios.

De la Galaxia Tierra se destiñe su verde
y de mí, nada
solo caen sacos de arena de mi cuerpo
y rompo grilletes de camino a la luna

la eternidad de tu cuerpo desnudo sobre la cama
no deberá ser de esta tierra,
de nosotros,
cómo nosotros,
no debería ser mortal,
moral.
A la inmortalidad de su cuerpo arrojado allí
no la moverá ni el tiempo,
ni el hambre,
ni un grillete con botones, timbres, números y conexión a internet.

Aunque te cueste entender,
sé que tu cuerpo no es de luna
y que tu sexo no es el sol
sé que el hambre nos perturba
y que casi nos da lo mejor:
ceguera, 
sexo,
amor.

Me alegra que seamos iguales,
de barro tibio,
de tierra jugosa,
pero igual voy de camino a la luna
donde estás vos,
aunque no seamos eternos
ni un solo segundo,
donde estás vos.

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