martes, 12 de abril de 2011

“A solas”, Pedro Aznar colmó el escenario del Municipal


Por Jimmi Peralta

El show unipersonal tuvo lugar el lunes


El público vibró y el músico argentino no dejó de sorprender, de generar emociones y de dar homenajes.

Años de una espera comenzaban a saciarse cuando el lunes a las 21:17 el telón del teatro Municipal se abrió con un velo de media luz al son de la “intro” con guitarra eléctrica de “Tu amor”, y como diría Charly García: “Pedrito Aznar” pisó seguro pero danzante las tablas llenas de humo del escenario con un clásico de su discografía, sumando sus primeros coristas por parte de público, del que se irían adhiriendo, una a una, las voces en el transcurso de la noche.
El escenario, al contrario de lo que se podía ver, estaba lleno. “A solas con el mundo”, el disco que vino a presentar Aznar, se ilustró con el sonido de una guitarra eléctrica, una de doce cuerdas y una de nylon; un bajo, un cajón de cuero y una melódica; cada una en su momento.
La segunda canción fue “Amelia”, primer track del disco, y original de la canadiense Joni Mitchell, con una interpretación extraordinariamente sentida.
El público terminó de enumerar con una mano la lista de temas al escuchar “Amor de juventud”, casi paradójicamente, un tema que ya tiene varios años. Esto anuló el anuncio que convocaba a un concierto de guitarra y voz. Con un bajo de cinco cuerdas “Pedrito” interpretó esta canción guiada por arreglos de arpegio y un sólo instrumental incluido, lo que despertó la ovación del público, que no le dejó hablar mientras intentaba su primer parlamento de la noche, tras la interpretación.
El diálogo entre el músico y el auditorio llevó el pulso: palabras y canto versus aplausos. Mientras Aznar hablaba y jugueteaba con sus dedos sobre el cuerpo de la guitarra esquivando los ojos del público y refugiándolos en el suelo o en su instrumento, la gente dejaba resonar la última nota de cada canción para arriesgar los primeros aplausos que se abalanzan después como una tormenta.
Además de los tributos establecidos en “A solas con el mundo”, fueron homenajeados con canciones Mercedes Sosa, Luis Alberto Spinetta, Paul McCartney, Milton Nascimento, Violeta Parra y Atahualpa Yupanqui.
El primer adiós de Pedro del escenario -por que el público lo hizo volver- fue al ritmo una caja de cuero andina y el canto de “Arriba quemando el sol” y “Tan alta que esta la luna”, en los que los presentes formaron parte del coro “estelar”. Los otros temas más cantados fueron “A primera vista” y “ A cada hombre y a cada mujer”. El sonido estuvo casi perfecto, unos graves que molestaban de vez en vez. El teatro a medio llenar.

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